viernes, 1 de agosto de 2025

¡HÁBLALE Y LO ENCONTRARÁS...!●

Cuando la tristeza hace acto de presencia nos sentimos tan mal,  pero tan mal, que llegamos a pensar que Dios está muy lejos y aunque no lo digamos en voz alta, en el fondo de nuestro ser nos preguntamos:

¿Será él capaz de obrar en medio de tanto  desaliento?

Pues déjame decirte que si y escrito está. 

Leamos:

Salmos 145:18 "Tú, Señor, estás cerca de quienes te invocan, de quienes te invocan con sinceridad"

Este versículo nos recuerda una verdad única. Él no está a kilómetros de distancia ni perdido en los cielos, ignorando nuestras luchas. Él está muy cerca de todo aquel que le clama, le implora y ruega con franqueza y honradez. 

Tus súplicas no tienen porque incluir frases ensayadas ni tampoco ser perfectas. Solo necesitas tener un corazón que clame con fe.

Tal vez no veas la respuesta al instante, pero es necesario que tengas presente que su cercanía no depende de tus emociones. 

Su Palabra lo afirma: 

Filipenses 4:6 "No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias"

Recuerda: él es ese susurro de paz en medio del miedo, ese consuelo que llega cuando no puedes más y esa fuerza que aparece cuando creías que ibas a caer.

¡Háblale y lo encontrarás...!

Ora conmigo:

Señor, a veces me siento débil, agotada, confundida, pero en medio de todo eso, sé que tú estás ahí muy cerca. Quiero vivir contigo, caminar contigo y hablar contigo como una hija habla con su padre. Gracias por escucharme. En el nombre de Cristo. Amén.





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