Saber que hay integrantes de nuestra familia que aún no han conocido a Cristo ni han recibido su mensaje de salvación, nos hace sentir mal y es ahí donde nos preguntamos: ¿Habrá esperanza para ellos?
Pues si la hay, su Palabra nos da una promesa.
Leamos:
Hechos 16:31 "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa"
Esto no significa que nuestra fe automáticamente salvará a nuestros seres queridos sin que ellos tomen una decisión, pero sí nos asegura que él obra en respuesta a nuestras peticiones.
Miremos el caso del carcelero en Filipos. Estaba al borde de la desesperación después de un terremoto que abrió las puertas de la cárcel. Pero en ese momento, Pablo y Silas le ofrecieron la mejor noticia de su vida: "cree en Jesús, y serás salvo, tú y tu casa. Y así fue. Él creyó y su familia entera fue transformada.
Si has sembrado semillas de fe en los corazones de tus seres queridos y aún no has visto frutos. ¡ No te rindas, ni te desesperes...! Dios está obrando, aunque no lo veas. Sigue orando y sigue mostrando el amor de Cristo con tu testimonio porque la salvación de tu casa está en sus manos.
Ora conmigo:
Señor, tú conoces a cada miembro de mi familia mejor que yo. Toca sus vidas, muestrales tu amor y dales la dicha de que tengan un encuentro personal contigo. Seguiré esperando el día en que cada uno de ellos, se rinda completamente a ti. En el nombre de tu Hijo. Amén.
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