Como seres humanos vivimos hasta el tope de preocupaciones y más cuando se complican las finanzas, la salud o el trabajo. Lidiar con este tipo de problemas no es fácil, motivo más que suficiente para caer en las garras del estrés, la ansiedad y la angustia.
Pues, resulta que antes de que el problema te quitara el sueño, el Señor de Señores ya estaba trabajando en una salida, porque nada de lo que te ocurre está oculto para él.
Escrito está:
Hebreos 4:13(a) "Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios"
Ese peso no te corresponde. Confía, porque él tiene el poder para obrar a tu favor. No se trata de que ignores las dificultades, sino de entregarlas a aquel que tiene el control absoluto.
Recuerda, él es el único que ve más allá de lo que tú ves porque aunque no entiendas, sus planes son mejores que los tuyos
Ora conmigo:
Señor, dejaré de pelear batallas que no me corresponden. Descansaré en tus promesas, porque sé que tú estás obrando incluso, cuando no te veo. En el nombre de tu Hijo. Amén.
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