Hay un Salmos que inicia así:
"Tu palabra es una lámpara a mis pies”
Con esa afirmación tenemos la seguridad de que Dios nos cuida, nos guía y nos proporciona el entendimiento necesario para caminar en fe, pero para que este candil permanezca encendido en nuestras vidas, debemos familiarizarnos con las Sagradas Escrituras de manera regular, pues esto es lo único que nos ayuda a reconocer su voz y dirección.
Seguir sus enseñanzas es estar en el camino correcto.
Salmos 119:105 "Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino!
Ora conmigo:
Señor, no tengo nada de que quejarme. Te doy las gracias por las fuerzas que me das para enfrentar cada día. En el nombre de tu Hijo. Amén.
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